domingo, 11 de agosto de 2013

EL REY TARTAMUDO

Alberto Federico Arturo Jorge de Windsor nació en Inglaterra el 14 de diciembre de 1895. Siendo el segundo hijo del Rey Jorge V y de la reina María de Teck, no tenía previsto, ni quería llegar a reinar. 

Sin embargo, la muerte de su padre y la abdicación de su hermano Eduardo VIII supusieron su ascenso directo al trono.

Jorge VI era conocido por sus dificultades para la dicción y el habla en público, así como por su extrema timidez, algo que muchos interpretaron como muestra de debilidad. 

Tras la muerte de su padre, su hermano Eduardo VIII heredaría el trono, quedando él, cómodamente, relegado a un segundo plano. Sin embargo, Eduardo estaba enamorado de una joven estadounidense divorciada, lo que impedía que pudieran casarse y mantener sus aspiraciones al trono. 

Así pues, en menos de un año de reinado, Eduardo abdicó dejando toda la responsabilidad de Inglaterra sobre los hombros de su hermano pequeño, que subió al trono con el nombre de Jorge VI.

Su coronación coincidió con el auge de la radio en Inglaterra, un medio masivo que permitía al Rey comunicarse frecuentemente con sus súbditos. Sin embargo, esta no era una idea que relajase en exceso al monarca que, dada a su timidez y sus problemas de tartamudez, veía esos discursos como una auténtica tortura.

Su mujer, Elizabeth Bowes-Lyon (hija de un conde escocés), fue uno de los pilares básicos del rey para enfrentarse a unos problemas que le perseguirían durante todo su reinado. La reina buscó un especialista en corregir problemas del habla que pudiera ayudar a su marido a pronunciar los discursos sin que el pánico y la tartamudez se apoderaran de él.

Padre de dos hijas, Isabel (la actual Reina Isabel II de Inglaterra) y Margarita, Jorge VI se enfrentaba no solo a sus problemas y temores, sino a un enemigo que vigilaban desde Alemania. Durante su reinado, Adolf Hitler ganaba terreno e invadiendo Polonia, lo que provocó el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Aquel hombrecillo, con su voz y su carisma, era capaz de alzar un pueblo entero en guerra, mientras él apenas podía felicitar las Navidades por radio.

Tras mucho esfuerzo y muchas burlas por parte de los alemanes (que llegaban a llamarle “El rey tartamudo”), Jorge VI consiguió realizar uno de los discursos más importantes que se recuerdan en el país, animando y apoyando a su pueblo en el duro inicio de la guerra contra la Alemania nazi.

En el inicio de la guerra, así como en sus cinco años de duración, el rey Jorge VI demostró estar junto a su pueblo, sin huir de Londres, convirtiéndose en el “rey que se enfrentó al nazismo” y siendo respetado por todos. El 8 de mayo de 1945, habiendo ganado la guerra, miles de ingleses se acercaron al Palacio de Buckingham para aclamar y felicitar al rey.

Tras años de lucha y guerra, su salud fue debilitándose originando un cáncer de pulmón que acabaría con su vida en 1952. Sin embargo, para entonces la imagen de un rey tímido y débil había dejado paso al carisma de un rey que antepuso sus temores y dificultades por un pueblo al que se ganó, justamente, con un discurso... EL DISCURSO DEL REY

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